domingo, abril 16, 2006

16 de abril. Detalles de buen toreo en la Maestranza de Sevilla el domingo de Resurrección: silencio y vuelta tras silencio

Domingo 16 de abril. La Maestranza de Sevilla. Lleno de No Hay Billetes. Cinco toros de Núñez del Cuvillo y un sobrero de La Dehesilla. César Rincón, silencio y silencio tras aviso; Morante de la Puebla, silencio y ovación; El Cid, silencio y vuelta tras petición.
Juan Posada en La Razón comenta: "El Cid lanceó con vulgaridad al tercero, bueno y suavón, como los anteriores. La faena de muleta, sin clase. Siempre en línea y ahogando la arrancada, compuso una sucesión de pases con la derecha, sin emoción, arte ni nada. Con la izquierda, también demasiado cerca, pases de compromiso. Faena mediocre, incapaz de buscarle el buen son del toro, al que había que darle más espacio y llevarlo muy templado y toreado. Al sexto le encontró la distancia. Empezó desde el centro del ruedo, alegrando la arrancada y poniéndole más nervio a su acción. Muletazos diestros muy aceptables, en los que destacó, en especial, la disposición que la terna, incluido él en su primero, tuvo con anterioridad. Por eso el personal, aburrido, le respondió y premió con creces su gesto, que si lo hubiera utilizado en el tercer toro, bastante más potable, hubiera tenido otro resultado."